"El pensador debe exponer sus ideas con firmeza; pero sin fanatismo. El fanatismo ciega la razón e impide escuchar los argumentos de su oponente que quizás podrían enriquecerle en su saber. El objeto del pensador es crecer en conocimiento. Si una idea tuya no sirve, deséchala y toma la de tu contrario. No es ninguna humillación ni pérdida”.
Sócrates (siglo V a.C.)

viernes, 3 de diciembre de 2010

CURRÍCULUM DEL AUTOR.


S. Salcedo nació en Ayerbe (España) en el año 1939. Actualmente reside en Sitges (Barcelona) desde abril del año 2008. Su espíritu inquieto le hizo viajar por varios países de Europa y América. Estudió Humanidades y Filosofía en el Seminario Santa Cruz de Huesca (España). Se interesó desde joven por la literatura, la ciencia en general y la filosofía. Escribe  poesía, cuentos, novela, teatro y ensayo. Esta actividad creadora la ha ido alternando con un trabajo profundo de investigación sobre filosofía científica que dura ya más de treinta y cinco años. El resultado es una teoría filosófica experimental que denomina “Ontofísica”. Filosofía que encierra, como su mayor logro, una nueva mecánica del movimiento o “movimiento substancial”, que prefiere llamar, por contraposición a  otras “mecánicas”, “Mecánica óntica”.



“AFORISMOS Y PENSAMIENTOS”
(Los pensamientos expuestos aquí, pertenecen a esta obra. Para cualquier consulta o comunicación, ponte en contacto mediante el correo: amboscasos@yahoo.es)


1) No debemos ser muy importantes los seres humanos para el resto de lo que existe; porque ni para nacer ni para morir, se nos consulta nuestro parecer.

2) El humano descubrió las formas y, a las que no entiende, las rellena de espíritu.

3) El comunismo prometía el cielo aquí en la Tierra; por eso fracasó. La religión, no, porque sólo promete el cielo, en el cielo. Promesa esta última bastante difícil de comprobar.


    DE "FILOSOFÍA": MIS OTROS PENSAMIENTOS     
              
                           FILOSOFIA LIBERALIZANTE
                
                      Tema IV
                      LA PERSONALIDAD Y LA VOLUNTAD

                      (Continúa del mes anterior.)

.../...
Pero no son ellos los culpables. Son el fruto de mentes regidoras cerradas las que tercamente se oponen a comprender, que el cerebro humano sigue un proceso y que no debe sentir trabas para que de un modo ordenado y metódico, vaya liberalizándose a medida que sienta esas ganas de hacerlo. Si esto se quiere evitar con duras normas que unos llaman de moral, no se consigue otra cosa que ese producto que observamos hasta cierto punto con pena. Son almas mucho más sensibles intelectualmente que la mayoría de la masa y a estos les hubiera hecho falta una paulatina adaptación a la realidad para que, al llegar al momento de su enfrentamiento con ella, la tomaran tal como es y supieran acomodarse a ella. Pero como les fue impedido este proceso, se fue acumulando en ellos todo el amasijo de incongruencias que hasta entonces habían seguido y no hallando lugar donde arrojarlas, acabó por destrozarlos y arrojarlos a ellos de la sociedad donde vivían. Es un error querer atar la mente. Si no fuéramos tan orgullosamente ciegos los humanos, podríamos aprender de la historia y apreciar los resultados de las veces que alguien quiso impedir su progreso y desarrollo. Luchas y crímenes ayer. Hastíos, aburrimientos, nauseas, hoy.

            Por esto pido para mi obra, libertad de llegar a aquellas mentes que en su interior empiezan a sentir la necesidad de una super-alimentación y el fin de estas líneas es someter a un régimen a todos estos para que de un modo paulatino se encumbren a su realidad, a la que ellos necesitan para encontrar la calma y sobre esa cúspide lograda de un modo ordenado y lógico, sin fuerzas y violencias, elaborar el edificio de su felicidad y de su fe.  
Fin tema IV

            Tema V
            “EL YO UNIVERSAL”

Sólo hay una personalidad y esta es la expresión sustancial de lo eterno: del todo.
Sus multiformes manifestaciones cualitativas nos inducen a la vana utopía de creer individualidades allí donde solamente hay expresiones y aspectos.
Destruyamos de una vez y para siempre nuestro yo y adhirámonos voluntariamente a la voluntad única y simple del devenir del ser.
Con ello no nos desprestigiamos ni nos humillamos sino todo lo contrario. Aumentamos y crecemos porque pasamos a formar parte de la misma existencia que sin distinción ni clases, acoge en su seno todas las formas de ser. Fuera de este modo de ser, nada es posible.                
Después de esto, es fácil comprender el ridículo que nuestro fantasioso ego hace creyéndose un otro. Admitiendo concepciones que lo remontan a orígenes de carácter que ellos llaman espiritual, entendiendo por este concepto lo que no se entiende.
No, no somos individualidades a parte de todo. Nunca lo hemos sido aunque haya sido creído y admitido así en nuestra cortedad de juicio. Nunca tampoco existió  la concepción “geocéntrica” aunque y durante generaciones se sostuvo en nuestro juicio. ¡Y de qué modo trató el humano orgullo de mantenerla!        
Viendo esto en la historia ¿me extrañará que ahora tampoco sea admitido el error de nuestro egocentrismo? ¡Cuántas veces ya hemos caído en el ciego error! Ahora, pues, una más nada dice. Menos mal que al final siempre acaba de imponerse la verdad: No pasará mucho cuando el humano deje su obstinado empeño  de ocultar su propia realidad y, entonces, cada elemento plenamente consciente de su propia situación y nihilismo, como individualidad  desligada de la existencia total, se abrirá a la vida común donde el interés particular será sustituido por el universal.

No nos queda más remedio que claudicar porque es una ley: LA LEY UNIVERSAL la que nos conduce inevitablemente a lo universal y su concepción. Basta echar una ojeada  a la historia, para adivinar el paso de los “intereses particulares” de los primeros elementos vitales, desligados en su comienzo de todo contacto social, a el  nacimiento de una conciencia tendiente a una ordenación universalista y social.

Es esto auténticamente real, porque nadie puede negar la evidencia de la historia escrita en el bien documentado libro de la propia naturaleza.

¿Por qué, pues, no colaborar en este proceso voluntariamente en lugar de oponer nuestra ceguera y orgullo? ¿O es que, quizás, ese libre albedrío del que tanto presumimos los humanos, es pura entelequia y, en realidad, somos prisioneros de nuestras propias y ajenas contradicciones?

Debemos alcanzar un yo universal: EL YO UNIVERSAL  para sentir sobre nosotros la presencia de lo libre. Para sentir la grandeza enervante de lo universal. Debemos romper las banales ligaduras de unos intereses efímeros y caducos y entrar de lleno en la estela de lo universal. Si tras un intensivo ejercicio logramos alcanzar esta universalización sentiremos sobre nosotros el agradable viento de la libertad, de la autentica libertad, porque la sentiremos en nuestro interior transformada en una paz, en un equilibrio que nos proporcionará la felicidad que por naturaleza y por ley nos pertenece y que nosotros hemos desequilibrado con nuestra oposición y vano orgullo.
Grande cosa es alcanzar esta sensación y equilibrio universal pero para llegar hasta él, la materia ha tenido que pasar por una serie de fases evolutivas y devenires de miles y miles de años. Si tú comprendieras bien esta cualidad, ¡cómo te lanzarías a saborear esta ventaja que, por haber nacido, puedes alcanzar.

Que estamos a las puertas de lo universal es una realidad. Otra ley nos lleva a ella y nos descubre nuestro fin, pero nada de eso nos importará porque ya lo sabemos, lo comprendemos y lo admitimos. Igualmente, no esperamos nada más que ser eternamente existencia en la existencia, despojados de ese cúmulo de experiencias que son el impedimento para alcanzar la pureza energética y seguir el camino de su ley.

                                Fin libro 1º      

DE LITERATURA PROSA:  NOVELA                          

HISTORIAS DE MUCHA Y DE POCA ALTURA

Santiago Salcedo

Inicio: 1999   Final: 2008

     PRIMERA PARTE

   9ª Hª

Magia completa
-Liliana Mendieli, “La princesa azteca”-. Así oí que se presentaba al recepcionista del hotel Tobazo, una mujer que acababa de entrar, en el preciso momento que yo abandonando la habitación de mi hotel, dejaba la llave en recepción. No pude evitar fijarme en ella, más que por su atractivo físico, que tampoco estaba mal, por su estrafalario atuendo y aspecto en general. Cuando salí del hotel, me encontré con Venancio el director de este hotel y amigo personal de infancia como, saben de sobras.

-Hola, Venancio, ¿has visto quién ha entrado por esa puerta? –Venancio sonrió maliciosamente; pero no dijo ningún comentario que  estuviera de acuerdo con lo que él y yo pensábamos.

-Es Liliana Mendieli, “La princesa azteca”, -comentó finalmente, muy en su papel de director del hotel- que tiene la atención de visitarnos y, además, de regalarnos con unas actuaciones del espectáculo que suele realizar por diferentes países.

-¡Ah, que bien! Pues habrá que ver ese espectáculo. -Le contesté mientras le guiñaba un ojo-.
Cuatro días después de la llegada de la “La princesa azteca”, se anunció con un llamativo cartel su actuación en la sala de actos del hotel, como un detalle y deferencia a Venancio, el director del hotel Tobazo, con el que, por lo visto, había tenido algún tipo de relación de la que a mí no quiso contarme el interesado ni una palabra más, que la que la conocía de hacía ya un tiempo.

El espectáculo comenzó con la presentación de Liliana Mendieli, “La princesa azteca”, maga internacional que al mismo tiempo era “medium”, con lo que se aseguraba que algún asistente podría contactar con algún pariente o conocido que estuviera en el más allá. El montaje era muy espectacular. El escenario estaba en semipenumbra. Ella aparecía lentamente desplazándose ceremonio-samente por todo el escenario, vestida con ropas de una sacerdotisa azteca, muy llamativas y deslumbrantes.
Tras unos trucos más o menos logrados, llegó el momento cumbre de su número como se destacaba ostentosamente en el cartel anunciador de la artista. Por lo visto, esta maga-medium como le gustaba anunciarse, era capaz de hablar con alguien del “más allá”.

-No sólo puedo hablar con el “más allá” como me ha presentado mi buen amigo Venancio -explicó como introducción de su actuación- sino que puedo hacer y ustedes  lo verán hoy aquí, algo único en el mundo de la magia y de los mediums. Mi cuerpo se volatizará para ir a ese “más allá” abandonando mi presencia física en el escenario-.

Al oír aquello, se oyó un murmullo de sorpresa entre los asistentes.

-Y en ese otro mundo de lo inmaterial -continuó con una voz profunda y con reverbero, preparada mediante algún efecto electrónico-, contactaré personalmente con el difunto elegido por alguno de los asistentes de esta sala. Desde ese otro lugar, las palabras, que no tienen entidad física, atravesarán estos dos mundos y se oirán aquí mismo, nítidas y claras, sin trucos y efectos, tanto la de la persona difunta elegida como la mía misma.

Todo los asistentes estaban expectantes. No había un lleno total; pero casi. Por lo visto, Venancio se había preocupado de anunciar el evento en la cercana ciudad de Jaca y habían venido algunos, lo que compensaba la no muy numerosa clientela del hotel en estos días, clara indicación de que se estaban acercando al final de la temporada estival.

Las efectistas palabras pronunciadas por la medium, a mí me dejaron igual. No me produjeron la menos emoción o sensación extraña. Este tipo de fenomenología más bien lo que me da es pena. Mi condición de librepensador y practicante en todo momento de  la llamada “duda cartesiana” a lo largo y ancho de mi vida, hacen que lo mire todo bajo esta lente de crítico y observador objetivo. Condición que por otro lado, me ha impedido y me impide disfrutar de un tipo de emociones y sensaciones que gozan todos aquellos que miran las cosas y su fenómenos con un grado de inocencia casi infantil.

Un detalle de esa opinión crítica personal que decía en el párrafo anterior, fue el que de toda la presentación del acto que la artista hizo ante todo el público, yo me quedé con un error garrafal de física que se le escapó, cuando dijo que “las palabras, que no tienen entidad física”... ¡La vieja concepción de que lo que no se aprecia directamente por los sentidos, deja de ser algo material! Durante muchos siglos, el pensamiento también era considerado un ente inmaterial hasta que la capacidad técnica del hombre, fue capaz de ampliar la potencia de nuestros sentidos. Hoy se disponen de sensores que detectan y traducen las variantes de nuestros propios pensamientos. Lo mismo que hoy tenemos, también, potentísimos telescopios y radiotelescopios que permiten ver muchísimos cuerpos  celestes que con el solo sentido de la vista, sería completamente imposible. Si el pensamiento no tuviera naturaleza física, sería imposible que ningún artilugio humano pudiera captar alguna actividad. Lo mismo pasa con las palabras que necesitan la existencia físicia del aire para poder percibirlas. Se sabe, por ejemplo que en la Luna, por no tener atmósfera, nos sería imposible oír la más mínima palabra salida de la boca directamente.

Volviendo al espectáculo en cuentión que mi larga perorata lo ha dejado de lado, estábamos en el momento álgido del mismo y con todos los asistentes con el alma en vilo.

-¿Hay aquí en esta sala -preguntó- algún valiente espectador que desee contactar con algún ser querido del más allá?
La sala quedó en completo silencio. Unos se miraban a los otros; pero en unos larguísimos segundos nadie decía nada. Estaba dispuesto a participar yo mismo, inventándome un personaje para luego descubrir mi juego y dejar en evidencia a la mediuim del engaño; pero, pensándolo mejor opté por no seguir con mi proyecto, porque no le hubiera gustado a mi amigo Venancio y porque, en el fondo, hay gente que necesita que la engañen con este tipo de historias porque para esas personas, todo eso es real y cierto...

-Yo -se oyó al fín una voz fuerte y bien timbrada que acabó del todo con mis pensamientos-.
Al instante se encendieron las luces de la sala para verlo, por no disponer del cañón de luz de los que hay en las salas de espectáculos. El que había hablado era un joven bastante alto y fuerte, de unos treinta   y pocos años, de cabello rubio y largo, provisto de unas gafas redondas que le daba aspecto de intelectual. Había venido a este hotel, dos días después de que lo hiciera Liliana Mendiele, la maga. Desconocía el nombre de ese joven, aunque habia tenido ocasión de cruzar con él unas cuantas palabras en el bar del hotel, sobre una noticia que daban por la televisión regional aragonesa, sobre el túnel de Somport y de la estación internacional de Canfranc. Pareció interesarle mucho, porque dejó de leer su periódico y ni pestañeó escuchando lo que decían por la tele. Cuando terminó, fue cuando me preguntó si yo conocía ese túnel. Le dije que sí y luego volvió a preguntarme si realmente estaba en servicio; porque le habian dicho que no se utilizaba hacía ya tiempo. La noticia dada en la televisión no aclaraba su estado actual. Se refería a un proyecto a largo plazo de restaurar el edificio de la estación de Canfranc. Edificio que fue impresionante por su grandiosa estructura y belleza en su momento de auge, allá por los años 1930 y que era una pena que una construcción tan destacada e importante pudiera perderse.

-¡Excelente! -Exclamó animada la medium, cuando la luz de la sala le permitió verlo-. Ahí tenemos un valiente al que no le da miedo eso del más allá. Puede hacer su petición. -Concluyó animando su rostro con una especial sonrisa-.

-Me gustaría -habló con marcada lentitud el que había pedido hablar-, que contactara con un conocido al que me gustaría preguntarle algo que,  para mí, es muy importante y casi vital.

-Su nombre y apellidos...

-Me llamo... -La medium le interrumpió categórica-. No necesito su nombre sino el del difunto con el que quiere hablar, así como sus apellidos, nacionalidad y lugar en donde dejó esta vida. -Exigió categórica-.

-Su nombre y apellidos eran Adolf Asner Dresde. Nacionalidad austriaca y su lugar de nacimiento, la misma capital: Viena. Murió... -el joven hizo una pausa antes de completar la frase; porque acababa de percibir un cambio radical en el rostro, hasta entonces sonriente y seguro, de la medium-. Y murió -repitió- muy cerca de donde estamos ahora..., unos seis meses antes de terminar la Segunda Guerra mundial.

Se oyó un fuerte murmullo de sorpresa en la sala.
  
-¿Y qué tiene que ver ese tal Adolf Asner con usted? –Intentó mantener el tipo hablando con una naturalidad forzada-. ¿Es algún pariente suyo?

Nota del autor: El túnel de Somport comenzó a construirse en el 1915, después de la Primera Guerra Mundial, finalizándose en el año 1925. La Estación Internacional de Canfranc fue inaugurada por el monarca español Alfonso XIII y unía España con Francia. Comenzó a funcionar en el año 1928 aunque desde la década de 1940 no se usa como estación. Tiene una longitud total de 7.875 metros.

 -No, no es un pariente mío; pero en lugar de preguntarme a mí, ¿por qué no utiliza ese poder que tiene y se lo pregunta al mismo Adolf Asner; aunque imagino que no hará falta porque usted sabe muy bien quién fue y, también, el porqué estoy haciéndole estas preguntas  así como la razón de que yo haya venido a esta sala...

-¡Usted, señor, está loco! ¿A qué viene aquí y ahora pedirme que contacte con una persona que murió hace más de cincuenta y cinco años? ¡Seguro que alguien le ha pagado para que reviente mi espectáculo! -Le gritó la medium desde el escenario, mientras los asistentes al acto se miraban con cara de interrogante y algunos de estos, hablaban entre ellos en voz baja.

Tras sus exaltadas palabras, miró a un forzudo ayudante que esperaba a pie de escenario y bastó con un expresivo gesto de la dama para que se dirigiera hasta el joven obligándole a que abandonara la sala. Acto seguido se apagaron las luces y continuó el espectáculo.

Yo aproveché la oscuridad de la sala y salí, también, con intención de encontrarme con el joven bronquista. Al menos así lo catalogué en aquel momento, tras su extraño comportamiento, aunque el instinto me decía que aquí tenía una historia. Y gracias a este instinto, logré suficiente material como para terminar este relato que estás leyendo ahora mismo.

La reacción que tuvo la médium cuando escuchó el nombre de Adolf Asner, para mí no pasó desapercibido y yo creo que, como dije antes, tampoco para la mayoría de los asistentes al espectáculo. Así que fui en busca de ese joven con intención de abordarlo en cuanto me lo encontrara. Pensé que estaría en la sala de estar del hotel; pero no fue así. Pasé por recepción y pregunté. Me dijo el recepcionista que lo había visto entrar en el ascensor. Al oír su respuesta supe claramente a donde había ido. Inmediatamente le pregunté por el número de la habitación de la “La princesa azteca”, la maga y medium para más datos. Sabía que había ido a su habitación; porque según me dijo el empleado, ella estaba en el cuarto piso, y yo sabía que el joven estaba en el primero porque lo había visto varias veces subir y bajar desde ese piso, utilizando siempre las escaleras. Hasta pensé en una de esas veces, que era otro como yo que tampoco era muy amigo de utilizar ascensor para los pisos bajos.

Una vez en el cuarto piso, avancé por el pasillo intentando no hacer ruido hasta situarme frente al número 12 que era la habitación de la medium y...

Continúa el mes que viene.
☻☺☻

DE LITERATURA POÉTICA                           

           EPOPEYA HUMANA
             (Siete mitos, siete.)
                 (Sitges, 2010)
Recorrido poético por el devenir del Hombre, desde los “orígenes” hasta el “cógito ergo sum” (pienso, luego existo) cartesiano, en el que hoy sigue la humanidad anclada.

¿Existo porque pienso o pienso porque existo?
¡Esta es la cuestión!

Mito1º: SUEÑOS
(Los sueños, sueños no son.)

I
Naciste desnudo, Hombre,
limpio de pelo y ropa.
Y de mito,
te rodeaste pronto
para ignorar por siempre
lo que esa piel sin nada,
te enseñaba.

Tuviste conciencia de tus sueños
y a éstos,
tu imaginación sublime
les dio vida.

De monstruos con mil formas,
la fantasía creadora,
pintó dioses e ideó historias:
Planetas, satélites y estrellas,
fueron divinidades todas.

Gobernadores de tu destino,
iluminadores de tus miedos
guías en las sombras
de tus ignorancias negras,
fueron frutos de tu ingenio,
dioses de totems y miedos.

II
Del cielo brillante
y las luminarias nocturnas,
salieron los primeros dioses.
Urano, el cielo,
padre supremo.
Gea, la Tierra,
la  divina  esposa.

Toda la legendaria estirpe
de ficción y fantasía
no eran simple astronomía.

Dioses poderosísimos
Sus hijos, doce,
los Titanes,
dominaron el mundo.
Cronos el líder de ellos
se enfrentó a Urano, el padre,
a instancias de su madre Gea.

Dioses a la humana usanza.
Dioses que gobiernan
Que sucumben a la traición de un hijo.
Intrigas palaciegas
Dioses, en fin, a la medida de su creador,
el humano sapiens.

Para ellos y en su realidad de sueños
el planeta Tierra no era planeta.
La imaginación la vistió de divina.
La ignorancia obscura del entorno,
produjo sociedad y clases
y el miedo ancestral
llantos de religión y rito.
Puntos luminosos en el cielo,
hoy planetas,
fueron divinas formas.

III
En la lista importante
de dioses del antiguo,
Zeus, el más grande,
salvado por su madre Gea,
de ser comido por Cronos
Dios y padre supremo.

Dioses todos
con los vicios y virtudes
de sus creadores
los humanos.

Dioses que odian y matan
Diosas que aman y crean
Maridos y esposas infieles
todos, la gran familia divina.

Estampas de una época
a medida exacta de lo humano
inmerso en los miedos del misterio
hijo de una evolución de siglos
capaz de transformar
la materia en dios
y a dios en materia sola.

Señor de un gran cerebro
nuevo por estrenar,
libre de “impuestos”.
perdido en el origen de sus sueños,
el Humano.

Un Sigmond Froid hubiera bastado
para quitar los miedos
e iluminar con ciencia
las  conciencias.

Un sabio, sabio, que enseñara,
a los recien venidos mortales
las cosas del cerebro
tal  como son sin fantasía y sueño.
          .../...
IV
En los comienzos de todo
el cerebro creció
y se hizo grande
para contener en su interior
el infinito cielo.

La mente de todos ellos
se alimentó del entorno
descubriendo la belleza de las formas.

Comenzó a conocer las cosas
sin un maestro especial que explicara
a los ignorantes humanos
la Física, Química y otras ciencias.

Los errores se hicieron mitos:
Un relámpago, algo divino.
El trueno, ira maligna.
Los ríos, los  mares,
los árboles, los peces,
cielos, tierras y planetas,
abismos de dudas y misterio.

Y los sueños...
soñados en las noches de vacío,
el conocimiento-ciencia
y el mundo del más allá
en  donde estaban,
todos los vivientes idos
desnudos de su materia,
todo espíritu.

De una tan percepción abstracta,
surgieron los embriones
de todas las posibles religiones
que, como diría el poeta,
en el mundo han sido.